Dependiendo de si las carillas son de cerámica o de composite, deberemos seguir una pautas similares pero diferentes a la vez. Tanto en carillas de composite como de cerámica debemos tener cuidado los primeros días siguiendo una dieta «blanda y blanca» las primeras 48-72h. Es decir, evitaremos alimentos duros así como con potencial de coloración de los dientes. Las carillas de composite tienden a mancharse fácilmente cuando se consumen alimentos y bebidas oscuras con frecuencia, como lo son la remolacha, las espinacas, los arándanos, el tomate, la zanahoria, las fresas, las cerezas, las frambuesas, la salsa soja, el café, el té, el vino tinto, el chocolate… Igualmente evitaremos el consumo de tabaco. En líneas generales, hay que entender que las carillas se pueden romper debido al consumo de alimentos muy duros y/o pegajosos. Otro hábito común y perjudicial para los dientes es usarlos para abrir objetos o mordisquear de forma recurrente las uñas u objetos duros como lo puede ser un bolígrafo. También hay que tener en cuenta que las personas que padecen de bruxismo, apretando o rechinando los dientes, tienen mayor riesgo de rotura de las carillas y será crucial llevar una férula de descarga. La duración de las carillas, sean de composite o de cerámica depende de los hábitos del paciente. Hay pacientes que tras 10 años las tienen intactas y hay pacientes que cada cierto tiempo hay que rehacerlas. Por esta razón será muy importante acudir a la citas de revisión indicadas. Finalmente, sera muy importante mantener una higiene bucodental rigurosa.

Tras un blanqueamiento dental, nuestros dientes son sensibles y absorben los pigmentos de los alimentos que consumimos, pudiendo alterar el resultado conseguido. Por esta razón es muy importante seguir las recomendaciones tanto durante como al finalizar un blanqueamiento dental clínico o ambulatorio. Mantendremos una dieta «blanca» unos días, restringiendo la ingesta de algunos alimentos y bebidas. Se deberán evitar alimentos y bebidas con gran poder de tinción como por ejemplo la remolacha, las espinacas, los arándanos, el tomate, la zanahoria, las fresas, las cerezas, las frambuesas, la salsa soja, el café, el té, el vino tinto, el chocolate… También reduciremos el consumo de frutas ácidas como el kiwi, la piña, el limón así como alimentos o bebidas muy frías ya que nos puede ocasionar mucha sensibilidad dental. Evitaremos igualmente fumar ya que el tabaco es una de las principales causas de manchas y decoloración en los dientes. A mayor consumo, mayor pigmentación.

La higiene bucal es fundamenta para alargar el tiempo de vida de las obturaciones y de las incrustaciones. Es importante mantener una higiene bucodental rigurosa y evitar alimentos que puedan dañar o romper las restauraciones. Seguiremos una dieta «blanda» las primeras 48-72h. También podemos experimentar algunas veces un poco de sensibilidad pero que irá remitiendo por si sola al paso de los días.